Sobre Tarte à la crème...
Tarte à la crème es, ante todo, un espacio. Un lugar donde se vierten la formación, la inquietud y la visión de cada uno de sus integrantes. Este espacio se fortalece bajo los límites de una compañía formal de artistas, cuyo principal interés es el ejercicio libre y depurado de la música y el teatro. La compañía tiene una identidad claramente definida: la operetta offenbacchina; basta creación músico-teatral que mereció el reconocimiento y la admiración de compositores de fuertes ideales estéticos, como Dimitri Shostakovich o Sir Benjamin Britten. Y de intelectuales como Karl Krauss, quién elogiaba la obra de Jacques Offenbach al afirmar que “cumple la función de remediar la estupidez, darle un respiro a la razón y estimular la actividad mental”.
El espacio, la compañía y la identidad son elementos sobre los cuales Tarte à la crème busca crear sus propias producciones sobre el soporte de un elenco consolidado y fijo de cantantes, artistas de la escena, instrumentistas y profesionales de la gestión cultural; todos ellos bajo la guía de su director general, el maestro André Dos Santos.
¿Por qué la obra de Offenbach? Hay una poderosa razón que se alza sobre cualquier otra: su inmenso catálogo de música para la escena es prácticamente desconocido en el mundo entero. Si bien en Francia es representado con mayor frecuencia, más allá de sus títulos más populares, como Los cuentos de Hoffmann, Orfeo o La bella Helena, en el resto del orbe no se cuenta, siquiera, con el acervo bibliográfico de su obra. El no contar con antecedentes escénicos bastos de la gran mayoría de su producción lo convierten en un autor que invita a la creación fresca y sincera, a la exploración de terrenos en los que pocos se han aventurado.
La obra de Offenbach es caótica, surrealista y absurda, tal como el mundo que vivimos actualmente. Así lo son, también, muchos de los títulos de las obras del pequeño Mozart de los Campos Elíseos, como cariñosamente lo apodaba Gioacchino Rossini; un ejemplo es el que le da nombre a esta compañía de artistas: Tarte à la crème.
El espacio, la compañía y la identidad son elementos sobre los cuales Tarte à la crème busca crear sus propias producciones sobre el soporte de un elenco consolidado y fijo de cantantes, artistas de la escena, instrumentistas y profesionales de la gestión cultural; todos ellos bajo la guía de su director general, el maestro André Dos Santos.
¿Por qué la obra de Offenbach? Hay una poderosa razón que se alza sobre cualquier otra: su inmenso catálogo de música para la escena es prácticamente desconocido en el mundo entero. Si bien en Francia es representado con mayor frecuencia, más allá de sus títulos más populares, como Los cuentos de Hoffmann, Orfeo o La bella Helena, en el resto del orbe no se cuenta, siquiera, con el acervo bibliográfico de su obra. El no contar con antecedentes escénicos bastos de la gran mayoría de su producción lo convierten en un autor que invita a la creación fresca y sincera, a la exploración de terrenos en los que pocos se han aventurado.
La obra de Offenbach es caótica, surrealista y absurda, tal como el mundo que vivimos actualmente. Así lo son, también, muchos de los títulos de las obras del pequeño Mozart de los Campos Elíseos, como cariñosamente lo apodaba Gioacchino Rossini; un ejemplo es el que le da nombre a esta compañía de artistas: Tarte à la crème.
Funciones Octubre 2011
Tarte à la crème © Todos los derechos reservados. México 2011
